CICLO APORTES A LA SEGURIDAD DIEGO LLUMA Y GUSTAVO
SEGURIDAD Y JUSTICIA

CICLO APORTES A LA SEGURIDAD DIEGO LLUMA Y GUSTAVO

En el marco del Ciclo Aportes a la seguridad, Gustavo Grabia, periodista especializado en temas de violencia en el fútbol, el hombre que más sabe de barrabravas en la Argentina y Diego Lluma, Magíster en Ciencias Políticas e Historia de la Universidad de París (Paris III, Sorbonne Nouvelle) y Licenciado en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires nos acompañaron el miércoles 11 de mayo a descubrir el encastre real de los nichos delictivos entre las barrabravas, el narcotráfico y la violencia.

 

Diego Lluma nos contó acerca de su experiencia trabajando como Subsecretario de Seguridad Preventiva durante la gestión de Marcelo Saiz y Germán Montenegro, donde Lluma tuvo a cargo las políticas de prevención en materia de seguridad deportiva.

Nos comenta que lo estructurante para las barras bravas es generar una renta por vía de la extorsión, de la coerción y de la coacción por vía de la violencia. Esta violencia fue uno de los ejes más importantes a trabajar e intentar contener durante su gestión en la provincia.

Hay una transversalidad que solo se explica si se entiende que al imaginario y la emocionalidad de los colores se le antepone un factor estructurante que es la generación de renta. Por otro lado estos componentes identitarios y emocionales, hay que pensarlos en una perspectiva que atraviesa diversas clases sociales y realidades, dentro del territorio de los estadios y en los barrios el corte de clases es más notorio y esto tiene una importancia a la hora de desplegar los recursos policiales que tiene el Ministerio de Seguridad para hacer frente a las potenciales contingencias de tumultos y de violencia en los estadios y luego para entender en el análisis criminológicos como se cruza esta organicidad de las barras bravas en los territorios.

Por otro lado remarcó que en las “economías de lo ilícito” se entrecruzan la violencia del fútbol, el narcotráfico, el juego ilegal y la evasión fiscal de la exportación clandestina de cereales, en esta estructura es donde se insertan las características particulares que tienen las barrabravas de Santa Fe.

Lluma dijo: “El vacío de conducción política tiene consecuencias, la no acción es una toma de decisión.(...) Una de las consecuencias es el empoderamiento de los grupos violentos al liberar la acción de la policía a su suerte, es decir, dejar que la policía negocie con los barrabravas la gestión del movimiento y del espacio público ”.

Por su parte Gustavo Grabia remarcó que hay algunas diferencias entre las barras de la región metropolitana de Buenos Aires y Rosario, la primera es la situación de la violencia entre los hinchas, en Buenos Aires no hay registro de peleas entre barras en los últimos 19 años.

Por otro lado los barras de River o de Boca tienen una estructura en la que el negocio del fútbol por si mismo les da un volumen de negocio tan grande que es probable que por eso no esten tan vinculados al narcotráfico.

En lo que respecta al “dominio funcional” de los barrios lo que sucedió en el conurbano bonaerense es que cuando los narcos quisieron entrar fuerte en algunos barrios se dieron cuenta que estos barrios estaban dominados por los jefes de las barras y en vez de hacer una guerra lo que hicieron fue una alianza que determinó finalmente un mundo de violencia y un cúmulo de poder muy importante en algunas zonas del conurbano.

Desde el FRR estamos muy agradecidos con Diego Lluma y Gustavo Grabia por haber participado de esta conferencia. Los invitamos a ver la entrevista completa en nuestro canal de youtube.

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En el marco del Ciclo Aportes a la seguridad, Gustavo Grabia, periodista especializado en temas de violencia en el fútbol, el hombre que más sabe de barrabravas en la Argentina y Diego Lluma, Magíster en Ciencias Políticas e Historia de la Universidad de París (Paris III, Sorbonne Nouvelle) y Licenciado en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires nos acompañaron el miércoles 11 de mayo a descubrir el encastre real de los nichos delictivos entre las barrabravas, el narcotráfico y la violencia.

 

Diego Lluma nos contó acerca de su experiencia trabajando como Subsecretario de Seguridad Preventiva durante la gestión de Marcelo Saiz y Germán Montenegro, donde Lluma tuvo a cargo las políticas de prevención en materia de seguridad deportiva.

Nos comenta que lo estructurante para las barras bravas es generar una renta por vía de la extorsión, de la coerción y de la coacción por vía de la violencia. Esta violencia fue uno de los ejes más importantes a trabajar e intentar contener durante su gestión en la provincia.

Hay una transversalidad que solo se explica si se entiende que al imaginario y la emocionalidad de los colores se le antepone un factor estructurante que es la generación de renta. Por otro lado estos componentes identitarios y emocionales, hay que pensarlos en una perspectiva que atraviesa diversas clases sociales y realidades, dentro del territorio de los estadios y en los barrios el corte de clases es más notorio y esto tiene una importancia a la hora de desplegar los recursos policiales que tiene el Ministerio de Seguridad para hacer frente a las potenciales contingencias de tumultos y de violencia en los estadios y luego para entender en el análisis criminológicos como se cruza esta organicidad de las barras bravas en los territorios.

Por otro lado remarcó que en las “economías de lo ilícito” se entrecruzan la violencia del fútbol, el narcotráfico, el juego ilegal y la evasión fiscal de la exportación clandestina de cereales, en esta estructura es donde se insertan las características particulares que tienen las barrabravas de Santa Fe.

Lluma dijo: “El vacío de conducción política tiene consecuencias, la no acción es una toma de decisión.(...) Una de las consecuencias es el empoderamiento de los grupos violentos al liberar la acción de la policía a su suerte, es decir, dejar que la policía negocie con los barrabravas la gestión del movimiento y del espacio público ”.

Por su parte Gustavo Grabia remarcó que hay algunas diferencias entre las barras de la región metropolitana de Buenos Aires y Rosario, la primera es la situación de la violencia entre los hinchas, en Buenos Aires no hay registro de peleas entre barras en los últimos 19 años.

Por otro lado los barras de River o de Boca tienen una estructura en la que el negocio del fútbol por si mismo les da un volumen de negocio tan grande que es probable que por eso no esten tan vinculados al narcotráfico.

En lo que respecta al “dominio funcional” de los barrios lo que sucedió en el conurbano bonaerense es que cuando los narcos quisieron entrar fuerte en algunos barrios se dieron cuenta que estos barrios estaban dominados por los jefes de las barras y en vez de hacer una guerra lo que hicieron fue una alianza que determinó finalmente un mundo de violencia y un cúmulo de poder muy importante en algunas zonas del conurbano.

Desde el FRR estamos muy agradecidos con Diego Lluma y Gustavo Grabia por haber participado de esta conferencia. Los invitamos a ver la entrevista completa en nuestro canal de youtube.

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